Nada fue igual en la política internacional tras los atentados de 2001. No sólo en Estados Unidos, sino en amplias zonas de Oriente Medio o Afganistán. El 30 de agosto, un atentado terrorista mató a unos 170 afganos y a más de una docena de estadounidenses durante la evacuación en el aeropuerto de Kabul.
La rama local del “Estado Islámico” (ISIS, en inglés), que reivindicó el acto, no existía hace 20 años, cuando comenzó la “guerra contra el terrorismo”, pero su aparición está estrechamente ligada a esta guerra.
“El ascenso del Estado Islámico fue un resultado directo de la caída de Saddam Hussein en 2003”, dice el historiador alemán Bernd Greiner.
La primera generación de esos combatientes era del ejército de Saddam. “Estados Unidos lo disolvió y dejó a cientos de miles de jóvenes en la calle, un terreno fértil para la radicalización”, opinó.